Historia de la Medicina Física y Rehabilitación
LA HISTORIA ANTIGUA
La historia médica antigua hace mención al uso empírico de
agentes físicos para mantener y mejorar la salud. En la antigua Grecia, los
escritos de Hipócrates (460 AC) daban gran importancia terapéutica a la dieta,
los ejercicios corporales, masajes y baños de mar.
En los primeros años
después de Cristo, en Roma el escritor médico latino más importante fue Aulio
Cornelio Celso, cuyo libro “De re medica” se cree fue escrito el año 25 o 30
después de Cristo y fue encontrado por el papa Nicolás V (1397-1455). La
primera edición fue publicada en 1478 en Florencia y se estudió mucho durante
el Renacimiento. En su libro, la hidroterapia es tratada tan extensamente que
se piensa que Celso fue el primero en establecer las indicaciones de la
hidroterapia.
La hidroterapia fue
utilizada durante la Edad Media y Renacimiento, pero en el siglo XVIII vuelve a
cobrar gran importancia, especialmente en Inglaterra y Alemania donde Juan Hahn
(1674-1742) construyó un sistema completo de curación en base a agua fría.
De los experimentos hechos en Bolonia por el médico y anatomista
Luis Galvani (1737 - 1798) y seguidos por los de Volta (1745-1827) se inicia
una nueva disciplina: la electroterapia. Volta demostró que un músculo puede
ser llevado a contracciones continuas tetánicas por una estimulación eléctrica
continuada. El médico Cristan Kratzenstein (1723-1795), profesor en Copenhague,
ocupó la electricidad para la curación de la parálisis.
La gimnasia fue
recomendada como medio terapéutico desde los tiempos más antiguos. La obra
publicada por Jerónimo Mercuriale en 1569, “De arte y gymnastica”, constituye
el primer texto completo sobre el tema.
La helioterapia
recomendada por los antiguos en muchas enfermedades cutáneas y en la artritis,
tuvo un gran desarrollo a fines del siglo XIX donde se utilizó ampliamente en
el tratamiento de las enfermedades respiratorias.
Es así como la
fisioterapia utilizada por los médicos antiguos como una herramienta
terapéutica, aparece como una precursora de la Medicina Física, la que
incorporando el enfoque médico y el modelo biopsicosocial de la evaluación de
los enfermos, sumado al manejo de rehabilitación integral, con el desarrollo de
la primera mitad del siglo XX llegó a ser una especialidad médica reconocida.
EL INICIO DE LA
ESPECIALIDAD EN ESTADOS UNIDOS
La especialidad de
Medicina Física y rehabilitación, como la conocemos actualmente, tiene su
origen en Estados Unidos, a comienzos del siglo XX, con la figura del médico
Dr. Frank Krusen, graduado en la Jefferson Medical Collage en Filadelfia en
1921. En relación a un cuadro de tuberculosis que contrajo a temprana edad y su
tratamiento en un sanatorio, pudo darse cuenta de que los períodos de recaída
de la enfermedad en los diferentes pacientes del sanatorio, se relacionaban con
el desacondicionamiento físico. Por otro lado, reconoció que para recuperar su
autoconfianza y autoestima era indispensable además del reacondicionamiento
físico y vocacional, la reintegración social. Atribuyó la mejoría de su cuadro
de tuberculosis fundamentalmente a la helioterapia y decidió que la Medicina Física
debía desarrollarse con bases científicas, y ser aceptada como una especialidad
médica, en que el tema de la rehabilitación vocacional fuera un elemento
esencial.
Posterior a su recuperación, fue nombrado Decano asociado de
la Temple Medical School, donde su propósito inicial fue elevar la categoría
académica de la escuela para ser reconocida por la Academia Americana de
Medicina, labor que le tomó los 2 primeros años. Una vez logrado su propósito,
se dedicó a tomar cursos relacionados con la terapia física e iniciar sus
actividades de investigación en la materia.
Los primeros reconocimientos se basaron en los resultados
favorables que tuvieron los deportistas del equipo de futbol de Temple, que
bajo sus indicaciones de uso efectivo de las terapias físicas, regresaban más
rápidamente a sus actividades deportivas que otros jugadores cuando presentaban
lesiones.
En 1929 fundó en la Escuela de Medicina de Temple, el primer
Departamento Académico de Medicina Física en Estados Unidos y desarrolló un
currículo en Medicina Física que fue publicado en el Journal of the Association
of American Medical Collage, en 1930.
En 1934 junto a otros
colegas estableció el Registro de Médicos Técnicos en Terapia Física. Estos
pioneros muchas veces fueron llamados charlatanes por algunos de sus colegas.
Era un grupo de médicos especialistas con habilidades en todas las áreas de
manejo de la discapacidad, quienes utilizaban agentes físicos para las
terapias, pero además trataban los aspectos sicológicos, sociales y laborales
de las personas con discapacidad.
En 1935, Krusen fue invitado a establecer el Departamento de
Terapia Física en la Clínica Mayo y en 1936, se estableció en la Escuela de
Postgrado de Medicina de la Clínica Mayo de la Universidad de Minessotta, la
primera residencia de 3 años en Medicina Física, la que más tarde pasó a
llamarse Medicina Física y rehabilitación.
De las actividades de investigación del Departamento de
Medicina Física de la Clínica Mayo entre 1938 y 1943, resultaron numerosas
publicaciones en relación a ejercicios terapéuticos, onda corta, tratamiento de
fibrositis, contracturas, dolor lumbar, estrés cardiaco secundario a fiebre y
usos de la radiación ultravioleta.
En el área de la rehabilitación las publicaciones se
enfocaron en militares con discapacidad y personas con condiciones
músculo-esqueléticas postquirúrgicas.
En 1941 se editó por primera vez el Libro de Medicina Física
del Dr. Krusen. En 1943 se estableció el Comité Baruch en Medicina Física, el
cual fue el motor para el avance en los primeros años de esta especialidad
médica en los Estados Unidos. Bernard Baruch, un filántropo de la salud,
propuso a Krusen la creación del comité. La misión de éste fue “hacer un
estudio del uso de los procedimientos físicos… en el cuidados de los enfermos...”
para informar de los avances en la educación y entrenamiento en los programas
de formación (de Medicina Física) en los Estados Unidos.
También se definió la Medicina Física como “el uso de las
propiedades físicas y otras propiedades efectivas de la luz, calor, frío, agua,
electricidad, masaje, manipulación, ejercicio y dispositivos mecánicos para la
terapia física y ocupacional en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad”.
La rehabilitación fue definida como “la restauración de las personas con
discapacidades por enfermedad, lesión o malformación tan cercana como sea
posible, al estado físico y mental normal”. El Comité recomendó que la
enseñanza de la Medicina Física se promoviera en todas las escuelas de Medicina
Otro hecho de gran importancia, fue la creación de la Junta
Americana de Medicina Física, organización que certificaba, a través de
exámenes, el conocimiento y competencias de los médicos formados en Medicina
Física. En 1947 alrededor de 80 médicos rindieron el primer examen para certificarse
como especialistas.
Entre los años 1948 a
1953, los fisiatras persistieron en su esfuerzo para definir la naturaleza y
extensión de sus prácticas.
En junio de 1949 se
aprobó una sección permanente de Medicina Física en la Asociación Americana de
Medicina. Krusen fue el primer presidente y su representante en la Cámara de
Delegados. Krusen jugó un papel primordial en la fusión de la rehabilitación
médica con la medicina física. Su concepto de rehabilitación se enfocó
principalmente a mejorar las capacidades físicas y laborales.
Cuando los Estados
Unidos fueron llamados a la II Guerra Mundial en 1941, la rehabilitación de los
discapacitados severos llegó a ser un tema de la mayor relevancia. El Dr.
Krusen organizó una capacitación de emergencia de 3 meses para médicos
militares en la Clínica Mayo, porque no había suficientes fisiatras formados
para cubrir la demanda. Un médico internista llamado Howard Rusk, que
pertenecía a la Armada, organizó un departamento completo de rehabilitación
médica de la Fuerza Aérea. Este departamento puso énfasis en el concepto de
equipos de rehabilitación integrados que se enfocaron en maximizar la función
sicológica y 284 Revista Hospital Clínico Universidad de Chile social de los
discapacitados, además de maximizar las capacidades físicas y laborales.
En 1950, el Consejo de Medicina Física de la Academia
Americana de Medicina aprobó el cambio de nombre de la formación de Medicina
Física a Medicina Física y rehabilitación. El consejo recomendó también la
modificación del nombre de la junta agregando rehabilitación y se llamó Junta
Americana de Medicina Física y rehabilitación. El Dr. Krusen enfatizó
fuertemente la importancia de construir una sólida base de investigación para
la especialidad. El grupo de la Clínica Mayo fue el pionero en investigación en
diatermia en onda corta, diatermia en microonda, estimulación eléctrica, y
ultrasonido, lo cual les llevó a desarrollar y mejorar los equipos y expandir
el ámbito de aplicación en la práctica clínica.
En 1950 hubo en Londres una reunión auspiciada por la
Asociación Británica de Medicina Física, en la que se avanzó en la idea de
formar una Federación Internacional. Participaron 12 países: Argentina,
Australia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Gran Bretaña, Holanda, Noruega,
Sudáfrica, Suiza, Suecia y los Estados Unidos. La Federación tendría 3
funciones principales: reunir a las sociedades nacionales y regionales en un
nivel internacional, recolectar e intercambiar información a nivel
internacional y, lo más importante, organizar un Congreso Internacional a
intervalos regulares. Krusen fue elegido como primer Presidente de la
Federación Internacional.
Hubo algunos grupos que se opusieron al desarrollo de la
especialidad por percepción de invasión de territorios: sostenían que la
rehabilitación debería ser pensada por todas las ramas de la Medicina, donde
los diferentes especialistas refirieran sus pacientes directamente a los
terapistas físicos y ocupacionales. Si esto hubiera sido así, las
intervenciones medicas, físicas, psicosociales y laborales coordinadas por el
fisiatra habrían sido imposibles.
Estas controversias se solucionaron por medio de 4 encuentros
de arbitraje. Finalmente en 1955 se llegó a consenso. La especialidad mantuvo
el nombre de Medicina Física y rehabilitación, al igual que la Junta Americana
de Medicina Física y rehabilitación.
En el año 1956 el Dr. Krusen se enfocó en enfatizar los
beneficios de la rehabilitación sobre los individuos y sobre la sociedad, lo
cual fue un apoyo en la modificación y aprobación de las leyes y enfatizó la
reintegración de los discapacitados a la sociedad.
Asociación Dominicana
de Rehabilitación
Los orígenes de la Asociación Dominicana de Rehabilitación
(ADR) se remontan al año 1959 cuando la señora Mary Pérez de Marranzini y un
grupo de hombres y mujeres apasionados del don de servir gestaban la creación
de la Asociación Pro-Rehabilitación de Lisiados, la cual quedó formalmente
instituida en 1963 por el decreto del Poder Ejecutivo no. 126 del 20 de abril
de ese año. Una charla de la señora de Marranzini en el Club Rotario Santo
Domingo ofreció el empuje necesario para que se crearan las condiciones de
inicio de este gran proyecto.
En un local de 20 metros, la asistencia de un voluntariado
del Cuerpo de Paz, dos fisioterapistas y con un presupuesto de RD$ 20,000 pesos
la hoy ADR inició su labor.
Para el verano de 1963 se presentó la más severa epidemia de
Poliomielitis padecida en el país, la cual trajo como consecuencia un saldo de
más de 400 niños afectados. Ante la ausencia de la vacuna del Dr. Sabin, las
autoridades de Salud Pública encontraron en la naciente asociación un aliado
para combatir las secuelas del brote. Por lo que el gobierno de Donald Reid
Cabral donó los terrenos en donde hoy se encuentran las instalaciones en Santo
Domingo.
En 1965 se extienden los servicios a personas lesionadas
durante la contienda bélica de ese año y el 29 de enero de 1968 fue inaugurado
el Centro de Rehabilitación.
ADR fue creciendo y ya en el 1969 se extendieron los
servicios al interior del país, creándose una Unidad de Medicina Física en el
hospital Ricardo Limardo de Puerto Plata. Un año después se crean los “Talleres
Laborales”. Mientras que en el 1990 se da inicio al proyecto de Rehabilitación
Basado en la Comunidad.
Con el paso de los años el abanico de ofertas de la ADR se
fue ampliando, consolidando así una plataforma integral de servicio que
contempla desde la estimulación temprana hasta la inserción laboral, los cuales
son ofrecidos a través de tres programas básicos a nivel nacional: Medicina
Física y Rehabilitación, Educación Especial, Formación e Inserción Laboral.
Ejercicio Terapéutico
El ejercicio terapéutico es "la
prescripción de movimiento corporal para corregir un deterioro, mejorar la
función musculoesquelética o mantener un estado de bienestar.
El ejercicio terapéutico se indicará
para músculos específicos de partes del cuerpo, a actividades energéticas y
generales empleadas para restaurar a un enfermo convaleciente al máximo de su
condición física. La prescripción del ejercicio terapéutico variará según el
propósito de su utilización.
Historia del empleo del ejercicio físico terapéutico.
La utilización y aplicación del ejercicio físico como
medio terapéutico data de a.n.e. Muchos médicos en épocas pasadas
recetaban como medicamento determinadas actividades físicas y obtenían
resultados positivos con este tipo de tratamiento. China fue el primer país,
2000 años a.n.e., que utilizó los ejercicios físicos
como un medio para formar ciudadanos sanos, a la vez
que para prolongar la vida mediante lo que algunos han considerado una especie
de "Gimnasia Médica", que concedía preferente atención a los
ejercicios respiratorios y a los movimientos de flexión y extensión de piernas
y brazo.
En los Vedas, libros sagrados indios, 1800 años a.n.e.,
se describe la importancia de la enseñanza de los ejercicios pasivos y activos,
así como de los ejercicios respiratorios y el masaje, en la curación de
diferentes enfermedades. El
médico Galeno, 130-200 a.n.e., fue muy conocido por sus trabajos en esta
esfera, empleando la experiencia de los griegos en la aplicación de
la Gimnasia Terapéutica y la Terapia Ocupacional.
Dando un salto en la historia, encontramos
que en los siglos XV-XVIII, en pleno inicio del
movimiento renacentista, correspondió a Hyerónimos Mercurialis, famoso
médico del Emperador de Austria publicó en
1573 el libro " El
arte de la Gimnasia
", obra provista de una gran documentación y base científica, donde hace
observaciones exactas al ejercicio y sus efectos, sus ventajas e inconvenientes
cuando no se le dosifica convenientemente.
En el siglo XIX aparecen nuevos
trabajos acerca de la importancia terapéutica de los
ejercicios físicos. A principios del siglo XIX fueron muchos los impulsores de
la práctica de los ejercicios físicos como medio de educación y salud, donde
también se incluyeron aquellos con fines terapéuticos. Entre ellos
se destacan, en Alemania, Johan Friederic Guthmuths, Ludwing Jahn y
Adolfo Spiess, en Francia, Pokhion Clias, George Hebert y Francisco
Amorós.
Escandinavia fue otra región europea donde hubo
impulsores de los ejercicios físicos con fines terapéuticos, entre otros,
se destacan, los daneses Franz Nachtegall, Niels Buk y los suecos
Per Henry Ling y su hijo Hjalmar Ling, quienes se interesaron por las
posibilidades curativas de la gimnasia.
En Estados Unidos el desarrollo de la actividad
física con fines terapéuticos, está muy ligada con la amalgama
de culturas que formaron esa nación, producto de la gran inmigración
que arribó desde todas partes del mundo. Así,
se vio influenciada por la introducción de la Gimnasia Alemana (1824) y la Sueca
(1850), donde la obra de Ling se divulgó ampliamente en su rama médica u
ortopédica, mientras que en el caso del noruego Nissen daban
especial atención al masaje.
En Cuba alrededor de 1948, la Gimnasia Sueca y
el Sistema Danés tuvieron innumerables partidarios, pero no fue hasta
1959, con el Triunfo de la Revolución, que comenzó realmente el empleo del
ejercicio físico con fines terapéuticos. En la actualidad, Cuba desarrolla novedosas
técnicas y procedimientos terapéuticos mediante el uso de ejercicios físicos y
otros métodos de Medicina Física y Rehabilitación, para tratar
patologías de diferente estirpe y sus secuelas, con los cuales han
obtenido resultados alentadores.
El desarrollo de esta forma de terapia, se ha expandido en
todo el mundo, por lo que actualmente existe gran cantidad de hospitales especializados
que utilizan el ejercicio físico como complemento del tratamiento
farmacológico y/o quirúrgico de determinadas enfermedades, así como,
innumerables personas que se han capacitado y especializado en
tratamientos de rehabilitación y laboran en instituciones o en la
atención comunitaria (hogar), y emplean también los ejercicios físicos como
parte esencial de la terapia física que desarrollan.
Beneficios del
ejercicio físico.
- Le da más energía y capacidad de trabajo
- Restaura funciones nerviosas
- Aumenta la vitalidad
- Ayuda a combatir el estrés
- Mejora la Imagen que usted tiene de sí mismo
- Incrementa la resistencia a la fatiga
- Ayuda a combatir la ansiedad y la depresión
- Mejora el tono de sus músculos
- Ayuda a relajarse y estar menos tenso
- Quema calorías, ayudándole a perder su peso de
más o a mantenerse en su peso ideal.
- Mejora el sueño.
El ejercicio físico en el
discapacitado.
Hacer ejercicios regularmente es beneficioso para todo el
mundo, pero para las personas con incapacidades físicas puede significar la
diferencia entre valerse por sí mismas o depender de otros para sus
movimientos.
Hacer ejercicios regularmente beneficia a todo el mundo
por todo lo que aporta, entre ellas lleva más oxígeno a la sangre,
acelera la circulación sanguínea y le da más energía a la persona, pero en el
caso de las personas confinadas a sillas de ruedas o con incapacidades físicas
es doblemente importante porque el ejercicio le da flexibilidad y fuerza a las
partes de su cuerpo que no están afectadas o impedidas y eso les permite
manejarse mejor, además de permitir restablecer el movimiento disminuido o
dañado por lesiones del SN.
Es extremadamente importante que las personas con
impedimentos físicos mantengan una rutina de ejercicios que les permita
mantener el balance, la coordinación y la flexibilidad de las áreas de su
cuerpo que todavía están en buen estado.
Si están confinados a una silla de ruedas porque no
pueden moverse de la cintura para abajo, una rutina de ejercicios le dará
fortaleza y resistencia a la parte superior y le ayudará también a fortalecer
su sistema cardio-respiratorio, lo cual le permitirá moverse con más facilidad
y, en sentido general, mejorar su calidad de vida".
Fundamentación fisiológica del empleo del
ejercicio físico en lesiones del SN.
Las posibilidades de regeneración del
sistema nervioso han constituido un objeto esencial de estudio por los
neurocientíficos de diversos países del mundo, se mantienen vigentes las
motivaciones generadoras de innumerables caminos investigativos que en la
actualidad convergen en un nuevo campo; la restauración neurológica.
Según los criterios ofrecidos por
Lincht, la rehabilitación de los pacientes con afecciones neurológicas se
define como un conjunto de tratamientos mediante el cual una persona
incapacitada se coloca mental, física, ocupacional y laboralmente en
condiciones de desenvolverse lo más normal posible en su medio social. Su
aplicación abarca un campo muy amplio que comprende tanto la atención médica
especializada, como la terapia psicológica, ocupacional y la rehabilitación
neurológica.
De hecho, todo individuo con una
afección neurológica aspira a su rehabilitación, lo que en muchos de los casos
lo logra con tratamiento médico y en otros requiere de los procedimientos
técnicos especializados de otras ramas de las ciencias afines a la medicina como
es el caso de la rehabilitación neurológica.
Dentro de los medios que emplea la
rehabilitación neurológica como estimuladora esencial de las funciones vitales
del organismo, en la curación de enfermedades y lesiones, en la profilaxis de
sus agudizaciones y complicaciones, así como para la recuperación de la
capacidad de trabajo, es el ejercicio físico.
Se ha podido comprobar que el ejercicio
físico contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes debido a que en
los mismos existe algún potencial desaprovechado en la actividad física que le
permite al S.N. sustituir la función de determinadas neuronas por otras a
expensa de los mecanismos de neuroplasticidad.
Una recuperación significativa de la
función es posible seguidamente después del daño cerebral, y los pacientes
recuperan más con la rehabilitación que sin ella. Para la obtención de la
máxima funcionalidad es imprescindible la rehabilitación física, terapia
medicamentosa y las intervenciones psicosociales.
En la actualidad estos servicios deben
comenzar tan pronto como sea posible después del daño neural. La rehabilitación
constituye un incentivo para los pacientes que al incorporarse después de un
tiempo de inactividad, e ir, recuperando determinadas habilidades se sienten
motivados y cada vez más comprometidos a obtener mejores resultados y una mayor
independencia.
Ya actualmente es reconocido
mundialmente al considerarse como un método de terapia funcional que actúa
sobre los tejidos, órganos y sistemas del organismo con variaciones patológicas.
Los ejercicios físicos influyen en el grado de reacción de todo el organismo e
incorporan a la reacción general los mecanismos que participaban en el proceso
patológico.
Los ejercicios físicos aplicados en las
afecciones del sistema nervioso ejercen una acción multilateral sobre el
organismo a través de sus mecanismos nerviosos y humorales, de los cuales el
primero es el básico pues no solo determina la reacción de todo el organismo
sino que también condiciona la conducta del hombre en el proceso de la
ejecución de los ejercicios físicos. El sistema nervioso responde activamente
ante los ejercicios físicos (desde las células de la corteza hasta el receptor
periférico) condicionando la reacción general del organismo. Al ejecutar los
ejercicios físicos en los tejidos musculares se forman sustancias de origen
proteico que al incorporarse a la sangre ejercen una acción estimulante sobre
los distintos órganos y sistemas.
En descripciones medico-científicas se
ha demostrado que la sola idea psicomotora de una actividad física ocasiona
avances en las funciones de los principales órganos y sistemas. De aquí se
deduce que la percepción psicógena o ideomotora de una carga física provoca en
el organismo del enfermo una reacción de ajuste en la cual el eslabón principal
es la regulación neuropsicológica de los procesos fisiológicos.
En los traumas y afecciones del sistema
nervioso se observan trastornos psíquicos que consisten en un estado de
inhibición, que la ejecución volitiva consciente de los ejercicios físicos
dados logra reducir propiciando además su anulación condicionado por el
incremento de la excitabilidad del sistema nervioso que se analiza por algunos
fisiólogos como un fenómeno de regulación, contribuyendo a la creación de las
mejores condiciones tanto para el surgimiento como para la conducción de la
excitación.
En los músculos, articulaciones,
tendones, piel y otros órganos y sistemas en el momento de la ejecución de los
ejercicios físicos se manifiestan impulsos aferentes que influyen en el carácter
y dirección de los flujos de la excitación originadas en el cerebro y que a su
vez modulan el desarrollo de las funciones motoras alteradas con lo cual se
logran la estimulación de los centros motores correspondientes.
En las afecciones del sistema nervioso
el desarrollo del movimiento activo se logra por medio de la superación gradual
de las discinesias, gracias al entrenamiento de los mecanismos conservados, la
automatización de los movimientos así como la adquisición de nuevos reflejos
condicionados. El enriquecimiento de las actividades reflejas condicionadas del
paciente, bajo la acción de los ejercicios físicos, se analizan teniendo en
cuenta que todo movimiento repetido varias veces se hace dominante y esta
propiedad se intensifica, incluso, por las excitaciones adicionales
secundarias.
En el mecanismo de la reorganización de
la función también se incluyen el desarrollo de los movimientos suplementarios,
por lo que los ejercicios físicos contribuyen a intensificar la
reestructuración funcional de todas las estructuras del sistema nervioso y
ejercen una acción estimulante sobre las vías aferentes como las eferentes. Por
ello la introducción activa del enfermo en el proceso consciente y dosificado
sirve de potente estimulador para la intensificación de diferentes
interacciones reflejas (miocorticales, corticoviscerales, cortivasculares).
La recuperación de las funciones
alteradas con ayuda de los ejercicios físicos representa un sistema educativo
terapéutico que establece la participación consciente y activa del enfermo en
el complejo proceso del ejercicio, de esta manera la base del mecanismo de
acción de los ejercicios físicos es la influencia de los movimientos sobre
todas las estructuras del sistema nervioso.
No es posible considerar el tratamiento
como algo que puede hacerse solo durante 1/2 hora o en unas pocas sesiones. El
sistema nervioso responde al trabajo sistematizado y no a terapéuticas
esporádicas. El proceso de rehabilitación física se basará, en la
sistematicidad, la progresividad y la intensidad de cada sesión. Irá dirigida a
cuestiones específicas, para intentar activar los diferentes órganos y sistemas
del organismo. Esto permite explotar sus recursos morfofuncionales a través del
ejercicio físico y los factores ambientales, naturales o artificiales, que en
muchos tratamientos generan potentes efectos sobre el organismo humano,
superiores, en algunos casos, a determinados fármacos.
Termoterapia
La termoterapia es
la aplicación de calor con fines
terapéuticos. Existen diversas formas de aplicar este calor y, en
general, lo que se busca es un efecto sedante, relajante.
Las técnicas de termoterapia utilizan diferentes formas de calor como tratamiento, ya sea en
forma sólida, semilíquida o gaseosa. Para que se considere como termoterapia,
es necesario que la temperatura del elemento aplicado sea superior a la que
fisiológicamente tiene el organismo. En cuanto al máximo de temperatura,
depende de la sensibilidad térmica del paciente.
Forma de
aplicación de la termoterapia
Como norma general podemos decir que las aplicaciones variarán entre 10-30 minutos, aunque depende de
la técnica concreta que se utilice.
El calor tiene efecto relajante pero, en exceso, puede provocar mareos por
bajada de tensión (por ejemplo, si se aplica o en las cervicales o en la
espalda).
Aplicaciones discontinuas, dejando un
tiempo de reposo, para que la temperatura de la zona no se eleve en exceso, y
no se produzcan efectos indeseables.
Dependiendo de la técnica que se utilice, será necesario aplicar
directamente sobre la piel (aire caliente, lámpara de infrarrojos, microondas…)
o será necesario emplear un paño o
servilleta, por ejemplo en el caso de que sea un sólido o semilíquido,
para reducir el riesgo de quemaduras.
Efectos
de la termoterapia
·
Vasodilatación. Aumento
del flujo de sangre a la zona (hiperemia). La hiperemia
tiene efecto analgésico (reduce el dolor), favorece la nutrición de los tejidos
y la eliminación de productos de desecho.
·
Disminución de la presión
arterial. El calor afecta al corazón y reduce la presión sanguínea. Si baja en
exceso, pueden producirse mareos, por lo que es necesario supervisar para
evitarlo.
·
Efecto sedante. El
estímulo de calor de larga duración tiene efecto sedante, ya que favorece la
relajación muscular, evita el espasmo muscular, alivia la fatiga y ralentiza la
conducción nerviosa de estímulos dolorosos.
Técnicas
de aplicación de la termoterapia:
Hay
infinidad de formas de aplicar calor. Aquí algunos ejemplos:
·
Sólidos: Mantas
eléctricas , sacos, hot-packs… Estos últimos se
calientan en microondas y conservan el calor unos 15-20 minutos. Se aplican
protegiendo la zona con una toalla, y tienen la ventaja de ser adaptables a
regiones como el hombro o cuello. Ideales para su uso en casa.
·
Semilíquidos: Fangos,
lodos, parafina, parafangos… Se suelen aplicar en consulta, con la ventaja de
que son moldeables y adaptables a regiones como la espalda completa o la mano
completa (en este caso es muy utilizada la parafina).
·
Gas: Aire seco
(por ejemplo utilizando un secador). Puede aliviar en algunos casos, aunque,
para aplicar en casa, creo que es mejor la aplicación de sólidos. Otra variante
es el vapor de agua (sauna).
·
Radiación: Lámpara de
infrarrojos, microondas. Se suelen aplicar en consulta.
Aplicación de
calor local en una lesión
Principalmente indicado en contusiones musculares y articulares después de la evolución
aguda. Inicialmente se recomienda aplicar hielo y, tras las primeras
48-72 horas, aplicar calor.Si existe inflamación (la zona está roja, caliente, hinchada…) está
completamente contraindicado
aplicar calor (siendo más correcto aplicar frío).
Por ejemplo, el calor alivia en casos de artrosis, pero puede empeorar
una artritis.
Bibliografía