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jueves, 17 de diciembre de 2015

Epicondilitis


Epicondilitis

El codo de tenista o epicondilitis es una lesión de los músculos y tendones en la cara lateral externa del codo, que procede de un sobre uso o de esfuerzos repetitivos a ese nivel. La contracción repetida de las fibras musculares del antebrazo genera una tensión localizada en los puntos de inserción de los tendones en el hueso del codo.

Otros nombres:
·         Epicondilitis lateral

·         Epicondilitis medial

·         Codo de golfista

·         Codo de nadador

Mecanismo de la lesión
1.- Epicondilitis lateral

 Epicondilitis lateral codo de tenista
La lesión más frecuente de extremidad superior en el tenis es la lesión lateral de codo, resultado de un esfuerzo excesivo o repetitivo sobre los tendones extensores del antebrazo, en particular los del músculo extensor corto del carpo. Más frecuente en el jugador amateur, la lesión suele ser resultado de un revés con mala técnica (golpear la bola a contragolpe, cargando la energía sólo en el antebrazo, en vez de en todo el brazo desde el hombro), o de un potente saque de smatch en el que se combinen pronación (palma hacia abajo) y flexión rápida de la muñeca, cargando todo el esfuerzo en los referidos tendones extensores del antebrazo.



2.- Epicondilitis medial

La epicondilitis medial es menos frecuente, y ocurre de forma característica con actividad flexora y pronación simultáneas de la muñeca, como puede ocurrir:

al final de la volea, cuando el jugador flexiona rápidamente la muñeca para llevar la raqueta hacia delante.
en la primera fase del saque, cuando se localiza todo el esfuerzo en los tejidos mediales del codo.
el llamado "codo de golfista" que se da en el codo derecho de un jugador de golf diestro cuando lleva a cabo un swing defectuoso con el tronco rígido.
el llamado "codo de nadador", que se da por falta de técnica en algunos estilos de natación, especialmente espalda.
Epicondilitis Medial

Debe tenerse en cuenta que la epicondilitis no se limita a jugadores de tenis, golf, béisbol o nadadores, sino que se puede dar en cualquier actividad que ponga los compartimentos medial o lateral del codo bajo esfuerzos repetitivos similares (martillear, uso de destornilladores, o incluso trabajo de ordenador, etc.)


Signos y síntomas
De forma general, en toda epicondilitis puede notarse dolor al sujetar o agarrar objetos, falta de fuerza en el antebrazo, y dolor a la presión en el codo, en los puntos de inserción de los tendones. Además, existen una serie de signos específicos que dependerán del tipo concreto de epicondilitis.




Ejercicios de Rehabilitación

Tratamiento rehabilitador de la epicondilitis
La epicondilitis medial o lateral es frecuente, y suele producir incapacidad. El tratamiento rehabilitador tiene éxito, pero conviene esperar a que el dolor haya cedido o sea mínimo antes de empezar la rehabilitación. En general, cuanto más tiempo dure el dolor, más largo va a ser el período de recuperación completa.

Fases de la rehabilitación

En general, el proceso de rehabilitación puede dividirse en 3 fases:
FASE 1. Básicamente, Disminuir la inflamación y el dolor. Consiste en reposo, frío local (hielo) y, si es necesario, antiinflamatorios.
FASE 2. Mejorar la flexibilidad, y aumentar la fuerza.
Ejercicios suaves de contracción muscular consistentes en flexión, extensión y rotación de muñeca. Suele seguirse la siguiente secuencia:

Extensión de muñeca.
Flexión de muñeca.
Flexión-Extensión combinadas de muñeca.
Extensión de los dedos.
Epicondilitis
Pronación/Supinación del antebrazo.
Codo de tenista

FASE 3. Mejorar la fuerza muscular, mantener y mejorar la flexibilidad, y volver gradualmente al nivel previo de actividad deportiva. A veces, en esta fase, conviene hacer modificaciones en el equipo.
Ejemplo: una mala raqueta puede haber contribuido al desarrollo de la epicondilitis.

El Diagnostico

El diagnóstico es meramente clínico, siendo muy sugerentes los síntomas y signos que refiere el paciente. La exploración radiológica mediante rayos x raramente demuestra alguna anormalidad. A menudo habrá dolor a la palpación en la región del epicóndilo, a la presión o al solicitar al paciente ciertas maniobras que ponen en tensión la musculatura epicondílea. Hay también dolor alrededor del codo y en la zona epicondílea cuando se realiza la extensión de la muñeca y sobre todo si se realiza contra resistencia, al igual que con la extensión forzada de los dedos.

Tratamiento     
El objetivo del tratamiento es aliviar o eliminar el dolor y la inflamación. Las diferentes posibilidades son las siguientes:
·         Antiinflamatorios no esteroideos (aines) administrados por vía oral en forma de comprimidos, o por vía tópica en forma de cremas o geles.
·         Reposo de la articulación. Implica reducción de las actividades que provoquen el dolor, disminuyendo el tiempo de actividad y la intensidad del esfuerzo.
·         Fisioterapia, mediante la aplicación de calor local, ultrasonidos, electroterapia, láser, técnicas de masaje, ondas de choque, realización de ciertos ejercicios y otras técnicas. Existen en general pocos estudios que demuestren la superioridad terapéutica de alguno de estos procedimientos sobre el resto.
·         Infiltración, que en un comienzo consistía en inyección local de corticoides asociados o no a un anestésico local.
Las infiltraciones con corticoides inyectados alrededor del epicóndilo pueden resolver los episodios de dolor durante semanas o meses, aunque las molestias tienden a recurrir en un plazo mayor. En ocasiones se realizan 3 infiltraciones sucesivas con intervalos de una semana entre ellas. Existe un pequeño riesgo de rotura local de la inserción del tendón y del propio tendón, este riesgo aumenta en función del número de infiltraciones. Últimamente se ha demostrado que la infiltración con Plasma Rico en Plaquetas es superior a la infiltración con corticoides en estudios randomizados, prospectivos, doble ciego (evidencia nivel I), reduciendo el dolor y mejorando la capacidad funcional.
·         Terapia ocupacional. Es recomendable limitar los movimientos que producen la patología. Un estudio ergonómico del puesto de trabajo para evitar los movimientos repetitivos que provocan la enfermedad, puede ser la clave de su curación.
·         Cirugía. Está recomendada en ciertos casos que no responden a ninguna de las medidas anteriores. Puede realizarse mediante incisión abierta o con la técnica de artroscopia. Generalmente se practica la sección quirúrgica del tendón del músculo extensor carporadialis brevis a nivel de su inserción en el epicóndilo (tenotomía), la intervención puede realizarse bajo anestesia local o general.

Ejercicios y Estiramientos          
La fisioterapia puede aportar gran ayuda al tratamiento de la epicondilitis con tratamientos que abarcarán desde el estiramiento, el masaje (o automasaje) y la reprogramación o fortalecimiento. Es primordial conocer mecánica por la cual estos músculos se ven afectados para adaptar el tratamiento a este origen. Es por eso que se realizarán casi siempre estiramientos de los músculos antagonistas a los epicondileos es decir los flexores del codo y muñeca y potenciación o reprogramación de los epicondileos afectados, ya que se les considerará funcionalmente perdedores o vencidos con respecto a los primeros. Además la atención y tratamiento de la zona cervical y transición cervico-torácica será de gran utilidad para la resolución de esta molesta lesión.
Complicaciones
v  Recurrencia de la lesión.
v  Ruptura de los tendones debido a infiltraciones repetidas.





Bibliografia

1. Kaminsky SB, Baker CL Jr. "Lateral epicondylitis of the elbow". Tech Hand Up Extrem Surg 7 2003(4):179-89. PMID 16518219.

2. Bestard PG. Afecciones del codo En: Tratado de cirugía ortopédica y traumatológica. Editorial Pueblo y Educación.1986:48-51.


3. Pecho VA. Síndromes dolorosos del codo, antebrazo y mano. En: Cirugía ortopédica y traumatológica II. Disponible en http://sisbid.usmsn.edu.pe. Citado Octubre 2003

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