Epicondilitis
El codo de tenista o
epicondilitis es una lesión de los músculos y tendones en la cara lateral
externa del codo, que procede de un sobre uso o de esfuerzos repetitivos a ese
nivel. La contracción repetida de las fibras musculares del antebrazo genera
una tensión localizada en los puntos de inserción de los tendones en el hueso
del codo.
Otros
nombres:
·
Epicondilitis lateral
·
Epicondilitis medial
·
Codo de golfista
·
Codo de nadador
Mecanismo de la lesión
1.-
Epicondilitis lateral
Epicondilitis lateral
codo de tenista
La lesión más
frecuente de extremidad superior en el tenis es la lesión lateral de codo,
resultado de un esfuerzo excesivo o repetitivo sobre los tendones extensores del
antebrazo, en particular los del músculo extensor corto del carpo. Más
frecuente en el jugador amateur, la lesión suele ser resultado de un revés con
mala técnica (golpear la bola a contragolpe, cargando la energía sólo en el
antebrazo, en vez de en todo el brazo desde el hombro), o de un potente saque
de smatch en el que se combinen pronación (palma hacia abajo) y flexión rápida
de la muñeca, cargando todo el esfuerzo en los referidos tendones extensores
del antebrazo.
2.- Epicondilitis medial
La epicondilitis
medial es menos frecuente, y ocurre de forma característica con actividad
flexora y pronación simultáneas de la muñeca, como puede ocurrir:
al final de la volea,
cuando el jugador flexiona rápidamente la muñeca para llevar la raqueta hacia
delante.
en la primera fase del
saque, cuando se localiza todo el esfuerzo en los tejidos mediales del codo.
el llamado "codo
de golfista" que se da en el codo derecho de un jugador de golf diestro
cuando lleva a cabo un swing defectuoso con el tronco rígido.
el llamado "codo
de nadador", que se da por falta de técnica en algunos estilos de
natación, especialmente espalda.
Epicondilitis Medial
Debe tenerse en cuenta
que la epicondilitis no se limita a jugadores de tenis, golf, béisbol o
nadadores, sino que se puede dar en cualquier actividad que ponga los
compartimentos medial o lateral del codo bajo esfuerzos repetitivos similares
(martillear, uso de destornilladores, o incluso trabajo de ordenador, etc.)
Signos y síntomas
De forma general, en
toda epicondilitis puede notarse dolor al sujetar o agarrar objetos, falta de
fuerza en el antebrazo, y dolor a la presión en el codo, en los puntos de
inserción de los tendones. Además, existen una serie de signos específicos que
dependerán del tipo concreto de epicondilitis.
Ejercicios de Rehabilitación
Tratamiento
rehabilitador de la epicondilitis
La epicondilitis
medial o lateral es frecuente, y suele producir incapacidad. El tratamiento
rehabilitador tiene éxito, pero conviene esperar a que el dolor haya cedido o
sea mínimo antes de empezar la rehabilitación. En general, cuanto más tiempo
dure el dolor, más largo va a ser el período de recuperación completa.
Fases de la rehabilitación
En general, el proceso
de rehabilitación puede dividirse en 3 fases:
FASE 1. Básicamente, Disminuir la
inflamación y el dolor. Consiste en reposo, frío local (hielo) y, si es
necesario, antiinflamatorios.
FASE 2. Mejorar la flexibilidad, y aumentar
la fuerza.
Ejercicios suaves de
contracción muscular consistentes en flexión, extensión y rotación de muñeca.
Suele seguirse la siguiente secuencia:
Extensión de
muñeca.
Flexión de muñeca.
Flexión-Extensión
combinadas de muñeca.
Extensión de los
dedos.
Epicondilitis
Pronación/Supinación
del antebrazo.
Codo de tenista
FASE 3. Mejorar la fuerza muscular, mantener y
mejorar la flexibilidad, y volver gradualmente al nivel previo de actividad
deportiva. A veces, en esta fase, conviene hacer modificaciones en el equipo.
Ejemplo: una mala raqueta puede haber contribuido al
desarrollo de la epicondilitis.
El
Diagnostico
El diagnóstico es
meramente clínico, siendo muy sugerentes los síntomas y signos que refiere el
paciente. La exploración radiológica mediante rayos x raramente demuestra
alguna anormalidad. A menudo habrá dolor a la palpación en la región del
epicóndilo, a la presión o al solicitar al paciente ciertas maniobras que ponen
en tensión la musculatura epicondílea. Hay también dolor alrededor del codo y
en la zona epicondílea cuando se realiza la extensión de la muñeca y sobre todo
si se realiza contra resistencia, al igual que con la extensión forzada de los
dedos.
Tratamiento
El objetivo del
tratamiento es aliviar o eliminar el dolor y la inflamación. Las diferentes posibilidades son las siguientes:
·
Antiinflamatorios
no esteroideos (aines) administrados por vía oral en forma de comprimidos, o
por vía tópica en forma de cremas o geles.
·
Reposo de
la articulación. Implica reducción de las actividades que provoquen el dolor,
disminuyendo el tiempo de actividad y la intensidad del esfuerzo.
·
Fisioterapia,
mediante la aplicación de calor local, ultrasonidos, electroterapia, láser,
técnicas de masaje, ondas de choque, realización de ciertos ejercicios y otras
técnicas. Existen en general pocos estudios que demuestren la superioridad
terapéutica de alguno de estos procedimientos sobre el resto.
·
Infiltración,
que en un comienzo consistía en inyección local de corticoides asociados o no a
un anestésico local.
Las infiltraciones con corticoides inyectados
alrededor del epicóndilo pueden resolver los episodios de dolor durante semanas
o meses, aunque las molestias tienden a recurrir en un plazo mayor. En
ocasiones se realizan 3 infiltraciones sucesivas con intervalos de una semana
entre ellas. Existe un pequeño riesgo de rotura local de la inserción del
tendón y del propio tendón, este riesgo aumenta en función del número de
infiltraciones. Últimamente se ha demostrado que la infiltración con Plasma
Rico en Plaquetas es superior a la infiltración con corticoides en estudios
randomizados, prospectivos, doble ciego (evidencia nivel I), reduciendo el
dolor y mejorando la capacidad funcional.
·
Terapia
ocupacional. Es recomendable limitar los movimientos que producen la patología.
Un estudio ergonómico del puesto de trabajo para evitar los movimientos repetitivos
que provocan la enfermedad, puede ser la clave de su curación.
·
Cirugía.
Está recomendada en ciertos casos que no responden a ninguna de las medidas
anteriores. Puede realizarse mediante incisión abierta o con la técnica de
artroscopia. Generalmente se practica la sección quirúrgica del tendón del
músculo extensor carporadialis brevis a nivel de su inserción en el epicóndilo
(tenotomía), la intervención puede realizarse bajo anestesia local o general.
Ejercicios y Estiramientos
La fisioterapia puede
aportar gran ayuda al tratamiento de la epicondilitis con tratamientos que
abarcarán desde el estiramiento, el masaje (o automasaje) y la reprogramación o
fortalecimiento. Es primordial conocer mecánica por la cual estos músculos se
ven afectados para adaptar el tratamiento a este origen. Es por eso que se
realizarán casi siempre estiramientos de los músculos antagonistas a los
epicondileos es decir los flexores del codo y muñeca y potenciación o
reprogramación de los epicondileos afectados, ya que se les considerará
funcionalmente perdedores o vencidos con respecto a los primeros. Además la
atención y tratamiento de la zona cervical y transición cervico-torácica será
de gran utilidad para la resolución de esta molesta lesión.
Complicaciones
v Recurrencia de la lesión.
v Ruptura de los tendones debido a infiltraciones
repetidas.
Bibliografia
1.
Kaminsky SB, Baker CL Jr. "Lateral epicondylitis of the elbow". Tech Hand Up Extrem Surg 7 2003(4):179-89. PMID
16518219.
2. Bestard PG. Afecciones del codo En: Tratado
de cirugía ortopédica y traumatológica. Editorial Pueblo y
Educación.1986:48-51.
3. Pecho VA. Síndromes dolorosos del codo,
antebrazo y mano. En: Cirugía ortopédica y traumatológica II. Disponible en http://sisbid.usmsn.edu.pe. Citado Octubre 2003
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